El cristal es un material muy versátil y tiene gran cantidad de aplicaciones como revestimiento de paredes, divisores, muebles, frentes de clósets, cerramientos, etc. Aporta un toque moderno y combina muy bien con todo tipo de tendencias. Es ideal para utilizar en viviendas, locales comerciales, restaurantes y oficinas. En aberturas ofrece hermeticidad y buena visibilidad, ya que asegura el ingreso de luz pero no del viento o de las partículas del exterior.
En el caso de las puertas, aparte de su funcionalidad, aporta ligereza al entorno haciendo las estancias más luminosas y espaciosas. Las puertas de cristal pueden ser utilizadas en cualquier estancia del hogar, aunque la mejor zona es el salón como puerta principal separadora de 2 ambientes.
Si se elige colocar un vidrio templado en la puerta principal, se logra un mayor margen de seguridad. El vidrio templado es un vidrio normal sometido a un proceso térmico que le da mayor resistencia. E incluso al romperse, lo hace en pequeño trozos que son menos propensos a causar cortes profundos en la piel.
Muchas variantes
Cuando elegimos un material como el vidrio para una puerta lo que buscamos es, en mayor o menor medida, transparencia, luminosidad o ligereza, que son características intrínsecas del material. Dependiendo de con qué materiales combinemos el cristal, qué características técnicas y estéticas tenga el vidrio elegido, el tipo de apertura y otras características propias de la puerta elegida, vamos a lograr distintos efectos y provocar diferentes sensaciones.
Los vidrios decorativos son materiales de avanzada en el diseño y la decoración de interiores. Hay una gran variedad de texturas y colores que permiten infinitas combinaciones. Otro tanto sucede con los vidrios esmerilados, con la ventaja de que ambas opciones contribuyen a dar luminosidad a las estancias manteniendo al mismo tiempo la privacidad: por eso es muy común encontrar este tipo de cristales en las puertas de los cuartos de baño.
Las puertas de vidrio repartido son elegantes y clásicas. En la imagen vemos una puerta corrediza de madera, estructurada en dos hojas que se abren para embutirse en la pared.
Para lograr un cierre virtual que da un corte pero permite igualmente la visual, nada mejor que las puertas de vidrio. Las aberturas corredizas de vidrio templado son una solución simple, moderna y funcional. Tienen delicados herrajes de metal que pasan casi desapercibidos.
Exterior e interior
Una puerta de vidrio en la entrada de la casa nos separa espacialmente de la zona exterior y supone una barrera acústica pero conecta visualmente el exterior y el interior, abriendo la casa a la calle. Además de inundar de luz el recibidor de la casa, una puerta de vidrio ‘nos habla’ de una casa transparente y acogedora, puesto que se nos muestra antes de acceder a ella; la puerta se convierte entonces en un escaparate.
Las puertas de vidrio son también muy utilizadas en interiores. Si hay algún lugar de su casa al que la luz natural llega de manera insuficiente, la colocación de una puerta de vidrio es una opción muy acertada.
Las puertas de vidrio ofrecen multitud de posibilidades y, dependiendo de lo que busquemos a la hora de colocarla en nuestros interiores, apostaremos por un diseño u otro.
Cuando lo que queremos es aislar dos estancias pero manteniendo la relación visual y permitiendo el máximo paso de luz, podemos optar por toda una partición de vidrio. De este modo, lo que tendremos es una puerta convertida en pared, que podremos abrir completamente cuando queramos que las estancias queden unidas si el diseño se compone de varias hojas corredizas.
Fuentes: dekopraktik.com, homify.com.ar, homify.es