Según las normas técnicas internacionales, una salida de emergencia es aquella que únicamente se utilizará en este tipo de situaciones, pero nunca en circunstancias de normal funcionamiento de un local, recinto o vivienda.
Características específicas
Lo único que va a diferenciar a una salida de una salida de emergencia es la señalización y ciertos accesorios de uso específico para esta última. Aunque el tipo de dispositivos a instalar no siempre depende de que se trate de salidas de emergencia o no, sino del tipo de usuario que vaya a hacer uso de ellas:
- Cuando los ocupantes están familiarizados con el edificio (viviendas, oficinas privadas, edificios docentes, etc.) el mecanismo de apertura tiene que ser de manilla o pulsador, incluso en las salidas de emergencia. No obstante, también puede utilizarse un sistema de barra antipánico (siempre que el sentido de apertura vaya a ser el de la evacuación), dado que este mecanismo cumple y supera las prestaciones del de manillas.
- Cuando en su mayoría son ocupantes no familiarizados con el edificio (locales de esparcimiento, comerciales, oficinas públicas, etc.) el mecanismo de apertura debe ser de barra, tanto en las salidas (normales) como en las salidas de emergencia.
El sentido de la apertura no dependerá del carácter de la salida, ni del tipo de usuario, sino del número de ocupantes que van a utilizar la salida:
- Para más de 50 personas en el entorno (recinto) de la puerta, o más de 100 llegando secuencialmente (más de 200 en uso de la vivienda) la puerta debe abrir en el sentido de la evacuación.
- En los demás casos no se condiciona el sentido de apertura. No obstante hay que tener en cuenta que cuando el mecanismo sea de barra, sólo es posible la apertura en el sentido de evacuación.
Materiales y uso
Por lo general, esta clase de puertas está elaborada en lámina galvanizada calibre 18 para tráfico pesado. Además, deben contar con certificación como producto cortafuego, para brindar una garantía extra de acuerdo a las normativas de protección civil.
Habitualmente las puertas de emergencia son de medida estándar. Es importante saber que se debe adaptar el espacio a la puerta y no al revés.
En cuanto a las exigencias de tolerancia al fuego, la opción más segura y confiable (siempre en función del tipo de construcción y el público que la utilizará) es una puerta con resistencia al fuego que puede ir de 60 a 120 minutos.
Accesorios diversos
Los proyectos institucionales emplean cada vez con mayor frecuencia puertas con perfiles metálicos susceptibles de equipar salidas de escape o vías de emergencia. La gama de la firma española TESA (que ArQé distribuye en Ecuador) comprende cerraduras, barras antipánico y cierrapuertas que, de acuerdo a la normativa vigente y combinados para responder al uso de cada salida, dan respuesta a las necesidades de cada proyecto.
Por su parte, los pulsadores de emergencia para barras antipánico tienen la función de permitir la apertura de una puerta de forma rápida y con solo una maniobra. La diferencia con una barra antipánico es que el pulsador se destina a equipar salidas en que las personas están familiarizadas con su funcionamiento y existen pocos riesgos de crear una situación de pánico.
Las manillas inalámbricas SMARTair™ de Tesa, con alimentación por pilas, son ideales para puertas de tránsito, oficinas o salas de reuniones. Y también tienen modelos disponibles para puertas de salida de emergencia y para puertas de cristal. La amplia gama de manillas ofrece un lector RFID y mecanismo de cierre, todo en uno, para todo tipo de puertas.
Otros elementos también disponibles para este tipo de salidas son los letreros de señalización; el mecanismo cierrapuertas, que impide que la puerta quede mal cerrada; el sardinel que sella el borde inferior de la puerta para evitar el paso de humo, líquidos o gases; así como los protectores y alarmas de manillas, que evitan un accionamiento indebido.
Fuentes: tesa.es, plantillea.com, mndelgolfo.com, seton.es