Existe una gran variedad de cerraduras para proteger su hogar, pero ¿cómo saber cuál es la más adecuada? Para esto se debe tener en cuenta el tipo de puerta, ya sea de madera o hierro, y en qué parte del hogar se la instalará.
Para puertas que dan al exterior, recomendamos usar cerraduras blindadas y de alta seguridad. Una alternativa que también puede utilizarse en puertas interiores, para aquellas habitaciones que guarden pertenencias de alto valor como joyas, antigüedades o cajas de seguridad.
Aquí le dejamos una lista con los tipos de cerraduras que harán de su hogar un lugar mucho menos vulnerable. Recuerde que su seguridad y la de su familia es lo más importante. Y que la consulta con técnicos especializados siempre permite optimizar los costos y los resultados.
Cilíndrica
Son las más utilizadas para puertas principales de departamentos, habitaciones o baños. La pieza central tiene forma de cilindro, de ahí deriva el nombre. Se podrá bloquear el acceso a alguna habitación presionando el pestillo, y para poder ingresar deberá contar con la llave.
Se pueden utilizar en todo tipo de puertas: de entrada, de dormitorio, de garaje o traseras de patio. Estas cerraduras tienen perillas en ambos lados; uno de los lados tiene una cerradura y el opuesto tiene un orificio para desbloquear la puerta.
Debido a que el mecanismo de bloqueo está dentro del pomo (en lugar de la puerta) se puede romper fácilmente con un martillo, llave inglesa o piedra y no debería ser la cerradura de seguridad principal en una puerta frontal.
De palanca
Estas cerraduras se encuentran comúnmente en puertas interiores, tienen un tacto agradable y son más elegantes que las cerraduras estándar de perilla cilíndrica. También resultan de más fácil manejo para niños, ancianos o personas con capacidades especiales.
La mayoría de las cerraduras con palanca no requieren llaves: el bloqueo implica presionar o girar un botón en la cara interior.
Debido a que este tipo de cerradura funciona como las cerraduras de perilla, pueden romperse con un golpe fuerte y no se recomiendan como la única línea de defensa en una puerta frontal.
De sobreponer
Esta cerradura se coloca sobre la puerta, quedando al descubierto. Es muy importante tener en cuenta el material del que está hecha, su forma y tamaño. Este tipo de cerradura tiene un inconveniente: al estar al descubierto resulta más fácil de forzar.
Las hay de dos tipos: de dos pestillos con gancho interior y las abisagradas o “diente de perro”. Las de dos pestillos o estándar son parecidas a las de embutir en cuanto tienen tanto el pestillo cerrojo como el resbalón, y el funcionamiento es similar solo que el resbalón se maneja desde el interior jalando el gancho tirador, y desde el exterior con la llave.
Otra desventaja es que si se pierde la llave hay que cambiar toda la cerradura. Aunque los cilindros se venden a manera de repuestos, deben ser sustituidos por alguien con conocimiento y sumo cuidado.
Cerradura de seguridad
Este tipo de cerradura es la más común para puertas delanteras, y por una buena razón: sus cerrojos son los más seguros y rentables. Usan un cerrojo metálico que se desliza en el marco de la puerta. El cerrojo es controlado por un pestillo dentro de la puerta y una cerradura en el exterior.
Este tipo de cerraduras además se caracterizan por tener barras adicionales de seguridad que se acoplan o enlazan a las cerraduras principales, que son mayoritariamente de embutir pero también las hay de sobreponer.
Existen varios tipos de cerraduras de seguridad: simples (son las más usadas), de doble cerrojo (tienen un cilindro de llave a ambos lados de la puerta), de montaje superficial y de cerrojo cautivo, entre otros.
Cerraduras digitales
Las cerraduras digitales se abren y cierran mediante un código o una tarjeta, y para los modelos más sofisticados bastará con la huella digital. Nunca limpies la cerradura con elementos abrasivos, como el alcohol; un trapo húmedo con agua es la mejor manera de limpiar la cerradura.
Suelen utilizar un teclado numérico en lugar de una llave y necesitan un código para poder abrirse. Más costosas que otras cerraduras, las cerraduras electrónicas cuentan con dos tipos de acceso: el sistema de touch pad y el de tarjeta (o tag).
Si se desea reemplazar una cerradura existente por un touch pad sin llave, se debe contratar a un instalador experimentado. Un profesional puede asegurarse de que la cerradura esté bien asentada, opere suavemente y no comprometa la seguridad de la puerta.
Fuentes: maestro.com.pe, alarmayseguridad.com.es, puertasycerraduras.blogspot.com