Los expertos aseguran que la mayoría de los ingresos violentos a una vivienda o local se realizan por la puerta principal, y también que muchos ladrones desisten tras pocos minutos de intentar abrir una cerradura sin conseguirlo. Por eso que conviene elegir un modelo altamente resistente. Lo ideal es que, a la hora de decidir por uno u otro, se tengan en cuenta todos los accesos posibles a la casa y se busque el diseño más adecuado en cada caso. Para ello es necesario contar con el apoyo de un especialista y conocer los diferentes tipos de cerrojos y cerraduras disponibles en el mercado y sus funciones.
Variedad
Las cerraduras de superficie, por su parte, se instalan en la parte interior de la puerta, yendo su cerradero atornillado en la cara externa. Pueden ser de tres tipos: simples (además del pestillo disponen de un único cierre que se acciona con llave), multicierre (incluye cierres laterales accionables con llave) y multipunto (permiten varios puntos de cierre en distintos lugares de la puerta).
Por otro lado, encontramos distintas clases de cerraduras adaptables a todo tipo de superficies. Un ejemplo son las cerraduras para ventanas y acristalamientos, fácilmente franqueables para cualquier intruso si no disponen de un sistema de seguridad. También encontramos las cerraduras para puertas de garaje, así como las cerraduras electrónicas, que funcionan mediante un teclado y un código numérico. Para determinar cuál es la más conveniente para nuestra casa, lo mejor será que pidamos ayuda a un profesional.
Otra cuestión a tener en cuenta es la diferencia entre una cerradura y un cerrojo. Mientras que la primera se acciona con llave, el cerrojo sólo puede ser manipulado manualmente, por lo que sólo es apto para el lado interior de la puerta. Los cerrojos pueden ser simples (cierran la puerta por un lado), dobles (cierran por los dos lados) y electrónicos (accionables con un código de seguridad o tarjeta).
Lo ideal, siempre, es consultar con un especialista cuáles serían la cerradura y cerrojo perfectos para nuestro hogar dependiendo de sus características, así como sus precios y sus métodos de instalación.
Espacios y categorías
Hay distintos espacios que necesitamos resguardar con una buena cerradura. Sin embargo, el uso de cada una dependerá del tipo de puerta y su ubicación.
- Cerraduras de embutir: se usan en cerradura de entrada, de seguridad, puertas corredizas, dormitorio.
- Cerraduras de sobreponer: se usan en bodegas, mamparas y rejas corredizas.
- Cerraduras de pomo y manilla: se usan en cerradura de entrada e interior, combinables con cerrojos.
- Cerraduras de seguridad: se usan en bodegas y recintos que requieren mayor protección.
- Cerraduras tecnológicas: se usan en viviendas, oficinas, laboratorios y dependencias de empresas.
- Cerrojos: se usan en cerradura de entrada, bodegas y mamparas.
A su vez, existen diferentes categorías de cerraduras, dependiendo de su nivel de seguridad:
- Con mecanismo antipánico. Permite abrir por el exterior aunque hayamos dejado la llave puesta en la parte interior de la puerta, sólo en caso de emergencia. Muchos modelos sólo se abren y cierran por el exterior mediante llave, mientras que por dentro se cierran con un botón de giro.
- Con resbalón y uno o más cierres. El resbalón se acciona por el interior con la manilla, mediante que los cierres se accionan con el giro de la llave. Es una de las opciones más frecuentes.
- Con resbalón, cierre y seguro o condena. Cuenta con un seguro o condena que sólo puede abrirse por dentro.
- Solo con resbalón. La puerta, al ser cerrada, queda únicamente asegurada por el pestillo. Por el interior se abre con manilla, y por el exterior con llave o, en algunas ocasiones, con manilla. En este último caso no garantiza demasiada seguridad, a no ser que la combinemos con otros elementos, como cerrojos.
Fuentes: teminsa.com, sodimac.com.pe