Una pregunta muy frecuente, entre las personas interesadas en la protección de su hogar, es qué diferencia existe entre puertas blindadas, puertas acorazadas y puertas de seguridad.
En este artículo queremos despejar todas las dudas para que, a la hora de elegir una nueva puerta de entrada para su vivienda o negocio pueda escogerla correctamente, conociendo las diferentes opciones y sabiendo qué nivel de seguridad está comprando.
PUERTAS BLINDADAS
Una puerta blindada es aquella que tiene resistencia a las balas o explosiones, con lo cual su costo resulta bastante elevado. En consecuencia, nuestra recomendación es utilizar este tipo de puertas solo cuando las circunstancias o los riesgos a desactivar lo justifican, por ejemplo cuando se trata de instituciones o empresas que manejan mucho dinero o maquinarias costosas que deben protegerse. En caso de domicilios particulares o pequeños comercios
PUERTAS ACORAZADAS
Las puertas acorazadas cuentan con una estructura de acero y metal. El marco también es de acero.
El problema con las puertas acorazadas es que en algunas ocasiones no cuentan con certificaciones actualizadas, confundiendo al usuario con certificaciones antiguas o autocertificaciones, estando obsoletas ante los nuevos métodos de robo.
Antes de comprar una puerta acorazada, entonces, debemos asegurarnos de que, al menos, tiene una certificación que nos asegura que resiste ataques violentos contra la estructura. Además, debería contar con la certificación que se otorga a puertas que han superado ensayos con ataques agresivos y de habilidad contra los sistemas de cierre. Si esto no es posible, debería al menos tener bombín y escudo actualizados.
Todos estos detalles están cubiertos en ArQé, donde no solo estamos en condiciones de fabricar puertas acorazadas o de seguridad de acuerdo a las necesidades de cada cliente, sino que además contamos con la representación en Ecuador de la firma española TESA, toda una garantía internacional en la materia.
PUERTAS DE SEGURIDAD
Aunque son bastante similares a las acorazadas, las puertas de seguridad tienen estructura y marco de acero y metal y (según el tipo de cerradura y accesorios utilizados) pueden contar con elementos resistentes adicionales. Así mismo, sus sistemas de cierre están preparados para resistir técnicas de habilidad (bumping, ganzuado e impresión) y violentas (taladrado, rotura y extracción).
Una puerta de seguridad cuenta con las certificaciones que nos garantizan que tanto la estructura como la cerradura, el bombín y el escudo han superado ensayos independientes contra ataques agresivos y técnicos. Además, deben estar equipadas con el bombín y escudo con que fueron ensayadas y no con otro, ya que otro bombín podría ser vulnerable y, con ello, también la puerta de seguridad.
También debemos comparar ya que, ante dos modelos de puertas de seguridad certificadas, existen diferencias entre ellas que pueden mejorar la seguridad o la utilidad. Por ejemplo, la potencia de cierre, el control de llave, la posibilidad de albergar la innovadora detección anticipada, la opción de doble cerradura y amaestramiento de servicio son, entre otros, algunos factores que conviene tener en cuenta a la hora de elegir tu puerta de seguridad.
Instalación de la puerta de seguridad
No debemos obviar la importancia que tiene una correcta instalación de la puerta de seguridad. Esta instalación siempre debe realizarse por profesionales cualificados y acreditados por el fabricante (cuando la instalación no corra por cuenta de la empresa que fabricó el producto), ya que de otra manera no se puede garantizar una adecuada instalación para evitar problemas estructurales y, por supuesto, de seguridad.
En resumen, desde ArQé siempre recomendamos la instalación de puertas de seguridad, tanto para viviendas como para empresas u oficinas. Si quiere conocer los diferentes modelos de puertas de seguridad expuestos en nuestros locales de Quito y Cumbayá, llámenos y le asesoraremos para escoger la que más se adapte a sus necesidades.
Fuentes: sukot.com, tesa.es