Cuándo y porqué cambiar las cerraduras del hogar

Cuándo y porqué cambiar las cerraduras del hogar

Es muy importante renovar las cerraduras de una casa para evitar los robos. Pero ¿cada cuánto es necesario hacerlo? Usualmente la vida útil de una cerradura se sitúa alrededor de 10 o 15 años -si se trata de dispositivos bajo normas ANSI, esto se mide en miles de ciclos de apertura-cierre, desde 2000 en adelante según la calidad-, pero claro, cuanto más antigua sea, para los ladrones será más sencillo el trabajo de forzarla o de copiar la llave para abrirla.

Por fortuna, los técnicos y empresas especializados en el tema llevan la delantera en tecnología para prevenir el accionar de los delincuentes. Sin embargo, existen situaciones en que no solo es recomendable sino que resulta imprescindible cambiar las cerraduras. Preste atención a la siguiente lista:

1. La cerradura ha sido violentada

Los ladrones de casas se encuentran al acecho en todo momento, por lo que nunca se sabe cuándo intentarán ingresar al inmueble, valiéndose de alguna herramienta que les permita forzar las cerraduras.

Aunque en ocasiones los ladrones no logran superar la cerradura, sí es posible que le causen severos daños, dejándola casi inservible. Es por ello que, ante una cerradura violentada, la mejor decisión es cambiarla e instalar una nueva.

2. Extravío de llaves

Si los habitantes de la casa han salido de viaje, o simplemente a realizar sus actividades rutinarias durante el día, es posible que en medio de un descuido se pierdan las llaves de la casa. Es una situación muy fortuita y poco común, pero sucede.

Entonces, ante una emergencia de este tipo, y cuando no existen llaves de reemplazo, se debe recurrir a un cerrajero, quien se encargará de abrir la puerta de la casa, y a su vez, podrá instalar una cerradura nueva, ya que, sin las llaves originales, la que está instalada pierde utilidad.

3. Obsolescencia de la cerradura

Existen modelos de cerraduras muy antiguos, cuya vigencia tecnológica ha sido superada, por lo que resultan fácilmente vulnerables ante un forzamiento.

Dichas cerraduras no solo representan un riesgo por su alta fragilidad, sino también porque en cualquier momento sus engranajes pueden dejar de funcionar con normalidad, requiriendo de “trucos” o movimientos especiales, para que sus dueños puedan entrar o salir de casa.

Esto puede resultar muy incómodo, especialmente para personas mayores o niños que carecen de la pericia necesaria para lidiar con estos casos.

4. Presencia de óxido en la cerradura

En ciertas ocasiones, el paso de los años y el uso continuado, así como la presencia de humedad, pueden generar que la cerradura de la vivienda sufra un desgaste severo. Incluso, sus componentes metálicos pueden oxidarse.

Lo descrito, además de ser antiestético, también resulta riesgoso por razones sanitarias. Por ello, cuando una cerradura atraviese este tipo de situaciones, lo mejor que puede hacerse es reemplazarla lo antes posible.

5. Llave partida dentro de la cerradura

Una situación bastante desagradable tiene que ver con la ruptura de una llave dentro de la cerradura, cuando se intenta abrirla.

Las causas para que esto suceda son variadas, pero las más comunes tienen que ver con debilitamiento del cuerpo de la llave, desgaste en los cilindros de la cerradura (en general por falta de mantenimiento periódico, otro servicio muy importante para extender su vida útil) o daño mecánico de la estructura interna de la cerradura.

Si bien un cerrajero cuenta con las herramientas necesarias para extraer el pedazo de llave que ha quedado atrapado, no es menos cierto que, si la cerradura presenta una condición como la descrita antes, lo más recomendable es cambiarla por otra.

6. Presencia de nuevas tecnologías

La demanda de productos relacionados a la seguridad de las viviendas crece cada vez más. En vista de esto, las cerraduras con distintos perfiles tecnológicos (blindadas, biométricas, electromagnéticas, etc.) han dejado de ser una rareza en casas, y ya conforman un elemento bastante fácil de encontrar.

Estas cerraduras ofrecen mayores garantías de seguridad ante una intrusión o acto violento, por lo que resulta casi imposible para los ladrones abrirlas. Y, de lograrlo, les llevaría mucho tiempo hacerlo.

7. Sustitución de la puerta

Puede darse el caso donde una familia decida cambiar la puerta de la casa, bien sea por motivos estéticos para instalar otra más bonita, o porque se han decidido a colocar una puerta con blindaje.

En la mayoría de los casos, las personas también se animan a colocar una nueva cerradura en la puerta que van a instalar.

Finalmente, siempre será necesario buscar asesoría profesional en materia de cerrajería y otros dispositivos de seguridad, para así tomar la decisión más acertada al momento de cambiar las cerraduras de una casa.

Fuentes: 20minutos.es, tumundodeseguridad.com

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