Más detalles sobre puertas cortafuego: asegurando lo seguro

Más detalles sobre puertas cortafuego: asegurando lo seguro

Las puertas cortafuegos son muy útiles para prevenir la extensión y propagación de un fuego. Así, son especialmente indicadas para espacios comunes tipo oficinas o en general edificios que requieren condiciones específicas de seguridad. Igualmente, su instalación es muy útil en espacios como garajes de bloques de vecinos o de actividad profesional. Naturalmente, eso no quiere decir que queden excluidas para cumplir su cometido en zonas particulares como nuestra vivienda. Son de hecho idóneas para proteger el resto de la casa en el caso de que se inicie un incendio en alguno de los espacios que la componen. Es por ello que resulta importante profundizar un poco más acerca de sus características, funciones y ventajas a la hora de tenerlas en cuenta para su instalación.

Instalación de puertas cortafuegos

Las puertas cortafuegos están clasificadas según la resistencia que tienen a las llamas. Tres son los elementos clave en los que se divide la resistencia al fuego:

  • Estabilidad: La puerta está fija en su sitio.
  • Hermeticidad: La puerta no deja que las llamas y el humo se introduzcan en la habitación contigua.
  • Aislamiento térmico: Es la capacidad que tienen algunos materiales de actuar como aislante frente al calor que puede producir el fuego.

Igualmente existen algunas especificidades que afectan a las puertas cortafuegos y que se deben tener en cuenta. Por ejemplo, el tipo de cerradura que se colocará en ellas y el de los sistemas de alerta complementarios que debemos instalar para asegurar su máxima eficacia.

Para empezar, en el caso de las puertas cortafuegos debemos tener muy en cuenta los criterios que nos prescribe su fabricante. Estos criterios afectan a varios puntos fundamentales: la capacidad de resistencia a altas temperaturas, el tipo de sistemas complementarios que deben acompañar a su instalación y, por supuesto (parte fundamental de este tipo de puertas) el mantenimiento.

El fabricante nos dará las instrucciones pertinentes sobre cuestiones como el holgado que debe tener la puerta respecto al soporte. Dicho espacio de holgura debe ser respetado por los profesionales que la instalen. Igual de importante es tener en cuenta el nivelado de la puerta. En efecto, los ángulos y nivel del suelo respecto a ella son cruciales para asegurar su eficacia.

Elementos de las puertas cortafuegos

  • Junta intumescente: es una junta de un compuesto a base de grafito que hace que, como consecuencia de las altas temperaturas, el material se expanda hasta diez veces su tamaño. Eso impide que la lengua de fuego pueda penetrar por los espacios no sellados. Esta función de sellado es por lo tanto imprescindible y por ello las juntas intumescentes son parte fundamental de la instalación de una puerta cortafuegos.
  • Cerraduras cortafuego: si instalamos una de estas puertas no podemos pasar por alto el tipo de cerradura que debe instalarse en ella. Esta es otra de las indicaciones del fabricante que debemos seguir a rajatabla. Evidentemente, una cerradura convencional que no esté específicamente diseñada para tolerar altas temperaturas dejará de hecho de cumplir con su función y, en consecuencia, hará más difícil la resolución de cualquier percance. En este sentido, querer ahorrar en la instalación puede salir muy caro: lo importante es mantener el control con elementos específicos que nos permitan resolver el accidente lo antes posible.
  • Cierrapuertas: el cierrapuertas cumple con una función fundamental. Evita que la puerta se pueda abrir como consecuencia de alguna racha de viento. Normalmente suele activarse por sistemas de reconocimiento de calor. De nada servirá que instalemos nuestra puerta con su correspondiente cerradura si no tenemos previsto que no pueda abrirse bajo ninguna circunstancia para evitar la propagación del fuego.
  • Manivela: la manivela debe ser de unas condiciones aptas para su instalación en este tipo de soportes exactamente igual y por las mismas razones que hemos comentado en el caso de las cerraduras cortafuegos.

Reparación y mantenimiento de puertas cortafuego

Respecto al mantenimiento de la puerta, de nuevo, debemos seguir las instrucciones del fabricante. Como norma general podemos decir que hay que cambiar este tipo de puertas cada veinte años. Pasado ese tiempo habrán perdido muchas de las cualidades que les permiten desarrollar su cometido. Igualmente, para este tipo de puertas el examen visual de su estado es un aspecto clave. Si vemos abolladuras, golpes, boquetes o en general cualquier deterioro que la afecte debemos considerar sustituirla. Una puerta cortafuegos debe estar en perfectas condiciones para que de hecho pueda cumplir con garantías su propósito.

Como profesionales avalados por años de experiencia, desde ArQé aconsejamos pedir asesoramiento para la instalación de todos los elementos pertinentes. Asimismo, es bueno recordar que en el caso de espacios que vayan a ser protegidos por este tipo de puertas hay que tener en cuenta otros sistemas de alerta y prevención necesarios como los sistemas antihumo y los aspersores automáticos.

Fuentes: cerrajeros.info, aradock.es

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