Las puertas corredizas resultan hoy un excelente recurso para ganar espacio y separar ambientes cuando se lo desea. Ya no son propiedad exclusiva de los armarios y clósets.

También representan una adecuada solución cuando se trata de pequeños espacios, en los que una puerta batiente tradicional, ocuparía lugares que pueden ser necesarios para otra finalidad. Pero su fácil manejo y practicidad también las hacen útiles para grandes ambientes en comercios y oficinas.

Son cada vez más utilizadas en el diseño de viviendas, pues, además de ser más prácticas que las aberturas tradicionales, sus ventajas son más amplias, y mucho tienen que ver con la iluminación, la atmósfera, las zonas y la climatización de las distintas habitaciones.

Ventajas

Ganan espacio. Al compararlas con las puertas batientes, se advierte su ventaja en cuanto al espacio. Como se sabe, las batientes requieren de toda un área a su alrededor para funcionar sin inconvenientes; las corredizas utilizan únicamente el espacio sobre el que están montadas. De esta forma, se optimizan zonas que se pueden ocupar para otros fines. Además, al dejarlas abiertas, generan una sensación de unidad entre distintos ambientes, impensable con otro tipo de puertas.

Brindan mayor iluminación. Entre sus ventajas más sobresalientes está la luminosidad extra que puede otorgar a la habitación, un detalle importante a la hora de proyectar la vivienda. Cuando sus materiales son transparentes (como es el caso del vidrio) consiguen un excelente resultado, proporcionando un buen caudal de luz natural para los ambientes.

Ayudan a renovar la atmósfera. Facilita la relación de los espacios internos con el exterior del hogar, indistintamente si es un patio grande o un balcón pequeño, dando la posibilidad de que la atmósfera natural penetre en estos sitios también y se traslade al interior de la casa, además de permitir una completa ventilación de la habitación donde se encuentre la puerta corrediza.

Versatilidad. Dependiendo del material del que estén hechas (cristal transparente, cristal vinilado, madera…), combinarán mejor con el estilo de decoración de una casa, y proporcionarán más luz a las estancias que delimitan.

Materiales

Las puertas corredizas de cristal, ya sea transparente o vinilado, tienen la ventaja que pueden ser cristales muy finos en su espesor (1cm de vidrio), a la vez que dan ligereza a la estancia y dejan pasar la luz, aportando luminosidad a las dos estancias que comparten la puerta corredera.

Las de madera lacadas en blanco tienen más grosor que las puertas corredizas de vidrio, aproximadamente unos 4,5 cm, con lo que tienen más presencia como elemento separador cuando la puerta está cerrada. A diferencia de las de vidrio, aportan continuidad a dicha pared hasta que la abrimos y se esconde.

También podemos optar por puertas corredizas de madera, como la madera noble de nogal americano, si queremos que las estancias que separa dicha puerta transmitan calidez y elegancia.

Fuentes: lavoz.com.ar, mundilite.com, coblonal.com